La irrupción del currículo competencial dentro de nuestro sistema educativo ha supuesto todo un cambio de paradigma en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje.

En Formación Profesional, a pesar de que realmente su esencia desde los inicios ha sido precisamente un modelo competencial, la realidad es que los nuevos retos que nos brinda los cambios propiciados por el nuevo sistema de FP dual obligan a normalizar de manera conveniente la estructura del sistema de trabajo según el marco competencial.

De esta manera logramos dotar al docente de toda una serie herramientas de trabajo objetivas, eficaces y eficientes muy útiles para el desempeño de su trabajo en el aula, y con las que poder responden a todas las partes interesadas dentro del proceso de Enseñanza-Aprendizaje.